La crisis de la industria aerocomercial como consecuencia de la pandemia
Por Cintia Yaryura
En enero de 2020, los pronósticos para la industria aérea era más que favorable.
Crecían los viajeros y la capacidad ofertada por las compañías aéreas y se esperaban unos beneficios superiores a los 25.000 millones de euros
Boeing tenía proyectada una gran producción. El mayor pedido de aviones venía desde Asia con 15.130 unidades, seguido por América del Norte con 8.330 y Europa con 7.570.
Pero la pandemia ha supuesto una hecatombe para el sector solo comparable a una guerra mundial y sus consecuencias aún hoy son imprevisibles.
A principios de 2020, cuando la pandemia se la asociaba sólo a China, el sector aeronáutico pensaba crecer un 3,4% ese año. Nadie podía pensar 3 meses después que algunas cancelaciones de empresas chinas se convertirían en la mayor pesadilla de la industria aerocomercial
En el momento más grave de la pandemia, el 94% de las aeronaves del mundo se encontraban en tierra, solo operaban los vuelos de repatriación, sanitarios y de carga de insumos médicos.
En el último año el sector aéreo perdió u$s 120.000 millones y se esperan un resultado negativo de casi u$s 40.000 millones para el presente año.
Se estima que podrán producirse algunas utilidades a partir del último trimestre del 2021.
La crisis ha sido devastadora, los operadores aéreos han debido recortar sus costos en un 45% y perderán 66 dólares / 55 euros por cada pasajero transportado este año.
La historia del transporte aéreo recordará el 2020 como el peor año financiero del sector.
Las consecuencias de la pandemia no sólo afectaron a las compañías aéreas sino también a sus empleados, el 40% fue despedido.
Fue necesaria la intervención estatal a efectos de evitar la bancarrota a gran escala. Durante esta crisis los operadores aéreos han recibido ayudas estatales por un valor de u$s 173.000 millones a través de aportes de capital, préstamos y deducciones fiscales.
Sin embargo, las deudas de las compañías aéreas alcanzan casi los u$s 700.000 millones
La otra parte aún más perjudicada que las líneas aéreas con los aeropuertos que no pueden compensar la caída de ingresos, porque como instalaciones esenciales deben permanecer abiertos, aún con un tráfico mínimo.
ACI considera que en el 2020 se han perdido 4.600 millones de pasajeros con una pérdida de ingresos de u$s 81.000 millones. Las 20 terminales aéreas más importantes de Europa han reducido sus gastos operativos en un 22% que representan 3.000 millones de euros.
Pero debemos considerar que la industria y las actividades comerciales que se desarrollan alrededor de la actividad aérea también han sido afectadas como el suministro de combustible teniendo en cuenta que se consumen 2.300 millones de litros por día, los duty free, venta de libros, periódicos y revistas, servicios de catering, lavado interno y externo de cabinas, servicio de rampa, alquiler de vehículos, casas de cambio, indumentaria de las tripulaciones, y la lista sigue.
Respecto a Argentina la ruta Miami / Buenos Aires es un destino que no tiene estacionalidad. Esa parece ser la principal o quizás única alternativa para nuestro turismo de importación o emisivo.
El turismo hacia otros destinos de largo recorrido, me refiero a Europa especialmente, no parece que haya mercado por el marco económico. El objetivo de las líneas aéreas europeas es facilitar el turismo receptivo y no el emisor. En Europa en este momento se piensa más en el Caribe y EEUU que en el resto de América.
Algunas líneas aéreas, como KLM, confían en sustituir la falta de pasajeros con la oferta de bodegas para el transporte de carga en sus vuelos regulares. En esa línea aérea tampoco la Argentina es un generador de comercio exterior.
La Cámara de Compañías aéreas en Argentina –JURCA- sostiene que si bien si ha flexibilizado el ingreso de pasajeros internacionales y los vuelos aprobados han aumentado, en algunos casos se ha reducido aún más la capacidad de las aeronaves, ya que a todas las líneas aéreas que no vienen de EE.UU. les dieron una capacidad máxima de entre 150 y 160 pasajeros para aeronaves que llegan hasta los 320 o 330 asientos (módulo standard de 300 pasajeros) lo cual lo hace totalmente insostenible, ya que no llega a cubrir ni siquiera el costo operativo más importante del operador aéreo como es el combustible sin considerar las tasas y los servicios aeroportuarios.
La industria aeronáutica no ha participado en la planificación, distribución y asignación de las frecuencias.
Hay líneas aéreas que han decidido dejar de operar en Argentina como:
- Latam Argentina
- Qatar
- Air New Zealand
Otros operadores aéreos en determinado período debieron suspender sus vuelos como:
- Cubana de Aviación
- Emirates
- Ethiopian
- Alitalia
- Air Canada
- Sky
- Gol
- Azul
- British Airways
Las líneas aéreas Low cost son las que presentan una situación más optimista, ya que en el primer trimestre de 2021 ya presentaron utilidades, considerando que han celebrado acuerdos con los operadores aeroportuarios a efectos de reducir aún más sus costos operativos.
Sin embargo, la recuperación de la industria aerocomercial para las líneas aéreas tradicionales será más lenta.
Para finalizar quiero citar unas palabras del economista jefe de IATA, Brian Pearce respecto a los efectos de la pandemia en el sector aerocomercial:
“La industria ha sufrido el mayor golpe desde la Segunda Guerra Mundial, con una caída catastrófica de la demanda, mucho mayor que en crisis anteriores como la financiera de 2008 o la causada por los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York.”
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